jueves, 27 de noviembre de 2008

Y al final llamaron...para los cursos

Ayer fue un día emocionante, mucho, mucho. A media mañana, mientras pedía un café con unos compañeros del trabajo en la cafetería del Palacio de Congresos de Madrid, vi en mi teléfono dos palabras mágicas: llamada perdida. Y más mágico aún fue descubrir que la llamada era de Mundiadopta. Me dió un vuelvo el corazón, aunque pronto me di cuenta de que la llamada no era por la asignación, sino por los cursos. Los cursos!!!! Por fin. Es como la antesala del viaje. Un momento que esperábamos con gran ilusión y ansiedad porque supone una etapa más a la que llegamos exhaustos. Y porque creemos que vamos a conocer gente que nos acompañará en el encuentro con nuestro hijo y porque empezaremos a hacer los preparativos, a pensar de verdad en los billetes de avión, el hotel...NUESTRO HIJO/A está cerca y eso nos hace estar felices, aunque también asustados, nerviosos, expectantes, con los dedos cruzados... Son tantos los sentimientos que se agolpan en el cuerpo de una en este momento que no me extraña que lleve este mes de mala salud.
A todo el carrusel de emociones que conviven en mi estómago estos días, se suma el desasosiego que me producen los recientes mensajes del foro de adopción. Lo sigo leyendo a veces, aunque no intervengo (a pesar de que en ocasiones me muero de ganas). De nuevo se habla de los procesos irregulares, de la ética de la adopción internacional, del dilema moral que nos parte el alma a los padres adoptivos. ¿Estamos haciendo lo correcto?.
Hijo o hija, estés dónde estés, seas quien seas, existas o no aún, queremos que sepas que nos sentimos unidos a ti cada vez más, aún sin conocerte. Es deseo, sí, pero también es amor, al menos yo lo siento así, como cuando estuve embarazada de mi hija Lucía. Queremos quererte y cuidarte y ser los mejores padres del mundo para ti, aunque sabemos que es posible que tengas otros papás allí, que nunca negaremos y a quienes respetaremos. Desde que vi la película Vete y vive sentí que tenía sobre mis hombros una gran responsabilidad, cuidar al hijo de otra madre, de otro padre al que ellos no podían cuidar. Es una historia dolorosa y triste, dura y tremenda la que me imagino que traerás. Intentaremos hacer todo lo posible porque esa historia cambie de signo y comience a ser alegre, feliz y llena de cariño.

Y como mi cabeza no para de un pensamiento a otro, se me ha ido un poco el hilo del post. Seguro que se entiende, ¿verdad?

viernes, 21 de noviembre de 2008

Hoy tenía una intuición...falsa


Sí, hoy, día 21 de noviembre, estaba convencida que mi teléfono iba a sonar y en la pantalla iba a aparecer la palabra Mundiadopta. No sé por qué absurdo motivo se me había metido en la cabeza que iba a ser hoy. Imagino que todo es cuestión de la mente, que no puede más de tanto pensar y decide que tal día algo va a ocurrir. Pero nada. No ha sucedido nada, excepto muchos mocos y algo de fiebre, porque sigo con la gripe que me mantiene encerrada en casa toda la semana. Pero no voy a deprimirme ni nada de eso. Porque mañana es sábado, creo que va a salir el sol y espero que esta gripe se vaya con la música a otra parte y yo pueda disfrutar del fin de semana.

¿Me llamarán la semana que viene? Yo ya no intuyo nada, que se me da muy mal.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Fotos

Hoy por fin he visto las fotos de Curro, el hijo de Fran, mi compañero de trabajo, y Eva, su mujer. Se me caía la baba de ver esa preciosidad. Unos ojazos etíopes enormes, la boquita perfecta y unos mofletes para pasarte horas dándoles pellizcos. Qué monada!!!!!!!!!!!!!!! Y qué ganas!!!!!! Ayss. Hoy debemos ser varias las mamás en espera desesperadas. Varias de mis amigas cibernéticas me han escrito preguntándome si sé algo de asignaciones. Ojalá chicas, ojalá. Una mamá ha dicho en el foro que a ella la asignaron el 16 de octubre y sabe de otra familia de Mundi a la que tenían que haber asignado ya, pero por culpa de un papel, no pueden hacerlo hasta diciembre...¿seré yo? supongo que no, pero claro, esto de no saber nada de nada te da por darle vueltas al coco... QUIERO ESCRIBIR EN EL BLOG QUE ME HAN ASIGNADO PERO NO PUEDO PORQUE AÚN NO HA PASADO, snif. Dicen que luego te olvidas de estos momentos de espera. Sí, claro, pero cuando estás metido hasta las trancas en la desesperación, estás metido y no hay forma de salir. Aunque te dediques a hacer miles de cosas, como hago yo, el pensamiento siempre está ahí. Pum, pum, Etiopía, pum, pum, niño, pum, pum, niña, pum, pum, ¿dónde estará?, pum, pum, ¿estará llorando?, pum, pum, ¿alguien le dará un beso de buenas noches?...

jueves, 6 de noviembre de 2008

¿Qué serán de mayores?

Es una pregunta que nos hacemos los padres a menudo. La mayoría queremos que nuestros hijos sean felices y ya, que no es poco. Y decimos que no nos importa si son bomberos, actrices, abogados o albañiles. En el fondo soñamos con que sean alguien grande en este mundo. Al menos yo lo imagino. Lucía de directiva de una gran empresa; Lucía premio Nobel de Medicina; Lucía, ganadora del Premio Nacional de Literatura; Lucía Presidenta del Gobierno.
Imagino la gran satisfacción que sentiría la mamá de Obama si hubiera vivido para ver a su hijo ganar las elecciones presidenciales de Estados Unidos, o su abuela, recientemente fallecida.
Desde hace dos días, imagino que esas fantasías mías sobre mi hija podrían no serlo tanto. Lo extremadamente difícil ahora parece un poco más fácil. ¿Podría imaginar entonces a mi posible próxima hija negra como presidenta de España? ¿O a mi posible próximo hijo negro como director de una gran banco? Ayss, ojalá que nadie les impide llegar a donde quieran por el color de su piel o su sexo. Ojalá.

Bienvenido seas, Obama.

Nuevo blog de Abay

Estoy contenta hoy, en Madrid se ha despertado un día precioso, de esos días cargados de luz del otoño madrileño, con mucho frío, pero a la vez tan cálidos.

Además empiezo nueva aventura dentro de Abay. Soy la encargada del blog. Acaba de nacer, tan sólo tiene dos días. Pronto estará lleno de palabras, frases, historias...las de Abay, las de Etiopía, las de los niños, las de los padres...todo lo que nos inquieta y nos mueve en Abay. Estáis todos invitados a participar, mirar, leer, escribir comentarios (nos encantan los comentarios). Y, por supuesto, también os invito a formar parte de la asociación, no ya como socios digamos, dinerarios o monetarios, que también, sino, sobre todo, como partes activas e implicadas, interesadas en el desarrollo de Etiopía, en los niños de allí y en los niños venidos de allí, los nuestros. Estamos preparando muchas cosas interesantes para los próximos meses. Os lo iré contando en el blog de Abay.

Desde aquí doy la bienvenida a una bloguera a la que sigo, que se ha decidido a entrar en Abay y además, será la delegada de la asociación en Castilla La Mancha.
Bienvenida Soraya.

martes, 4 de noviembre de 2008

Compañero de trabajo y papá adoptivo

Hoy he conocido a Fran. Trabajamos en la misma empresa en la que somos más de 20.000 personas. Coincide además que somos del mismo departamento y, por si fuera poco, tenemos el puesto en la misma planta. Nos hemos debido cruzar mil veces de lunes a viernes sin decirnos una palabra, excepto quizá un "buenos días" en el ascensor y poco más. Sin embargo hoy me lo han presentado formalmente. Resulta que Fran es padre adoptivo de un niño etíope de 15 meses. Hace más o menos un año que él y su pareja están aquí con su pequeñín, que les asignaron con sólo 3 mesecillos. ¡Qué emoción conocerle! Hemos hablado mucho rato de Etiopía, el viaje, Addis Abeba, el avión, los hoteles, el niño, etc, etc. Ha sido un subidón para mí. Me encanta hablar del tema, sobre todo ahora que estoy en este momento "montaña rusa" del final del proceso. Necesito hablar de ello para calmar la ansiedad. Y este chico, majísimo, me ha ofrecido toda la ayuda que pueda darme y me ha contado cosas muy interesantes. Las voy a escribir aquí para que no se me olviden y para ayudar a los que viajen en breve:

> Al sacar los billetes de avión, hay que indicar en el billete del niño su nombre etíope seguido del nombre del padre completo (no apellidos, sino nombre de pila). Él tuvo problemas porque el nombre del billete no coincidía con el nombre del pasaporte y no le dejaban volar. Lo que no me queda claro es si cuando es niña se pone el de la madre. Mañana le pregunto por esto.

> No tomar jamás ensaladas ni comidas no cocinadas y llevar cuidado con el agua: nada de hielos y agua mineral para lavarse los dientes. Esto ya lo sabía, pero lo que no conocía es el caso de una chica que Fran conoce que comió ensalada y se pasó 15 días en un hospital de Addis.

> Llevar un móvil liberado y alquilar allí una tarjeta.

> Toda la comida pica mucho. Da igual qué sea, que va a picar. Por lo tanto, tendré que llevar Almax a tutiplén.

> Los etíopes no sacan los bebés a la calle porque creen que les va a echar mal de ojo, por lo que les parece extraño ver a los blancos con sus bebés negros en la calle.

Ahora no recuerdo más cosas de las que me tenga que acordar. Seguiré consultándole dudas si me van surgiendo. No he querido pedirle una foto del nene porque me pongo sensible, pero no sé cuánto resistiré...

lunes, 3 de noviembre de 2008

"Mamá, llama a Elena"


Este sábado fue el cumpleaños de Lucía, cinco añitos o añazos, según se mire. Cómo pasa el tiempo. Me parece que fue ayer cuando vi su carita por primera vez recién salida de la tripa, con una toalla cubriendo su cabecita, sus ojos cerrados y los morritos hacia fuera, como si me dieran un beso. ¡Qué felicidad más grande! Teníamos tantas y tantas ganas de verla por fin. Recuerdo que me pasé el día cogiendo su dedito, como una forma de seguir unida a ella como hacía tan sólo unas horas.

Para celebrar este aniversario especial vinieron los abuelos de Murcia, mis padres. Fuimos a comer a un italiano donde Lucía devoró una lasaña y mi madre se pasó todo el rato quejándose de los restaurantes italianos (lo normal, no le gustan nada, pero consintió ir porque era el cumple de la niña).

Después fuimos al Jardín Botánico a ver mimosas. A Lucía le encantan las mimosas, le divierte mucho ver cómo se encogen cuando las tocas. Para ella es algo mágico. Y para mí, verla disfrutar tanto con algo tan sencillo, pues también es mágico.

Mis padres vinieron cargados de regalos, comida para llenar la nevera (cosas ricas ricas de mi tierra murciana) y mejores intenciones. La verdad es que hablamos más que nunca de Etiopía y la adopción. ¡Mi madre era la que más preguntaba!

Por la noche, cuando terminé de leer a Lucía un trozo de Kirikú y la bruja, excelente libro (con CD incluido) que su padre y yo le regalamos ese día, empezó a llorar desconsoladamente. "Mamá, quiero a mi hermanito, quiero que venga ya, quiero que sea un chico y que venga ya, ya". Le pregunté que por qué un chico, que antes decía que una chica y que no podíamos elegir. Que si era una chica, podía compartir su ropa, sus collares, su barra de labios, etc. Al final pude convencerla de que era igual de bueno que viniera niño o niña. De lo que no pude convencerla era de que tenía que esperar un poco más. "¿Cuánto más?", me preguntó con esa forma tan directa de hablar de los niños, "no lo sé, cariño, poco". "Mamá, llama a Elena y pregúntale cuando viene por favor, dile que nos lo dé ya".

Esta mañana, antes de salir de casa para irme al trabajo, me lo ha vuelto a decir. "Acuérdate de llamar a Elena a preguntar por mi hermanito o hermanita".

Buf, se me pone un nudo en el estómago, otro en la garganta y otro en los ojos. Y claro, es que Lucía tiene muy buena memoria. Esta primavera, ante su pregunta sobre cuándo venía su hermano/a le contesté, "cuando pase tu cumple faltará muy poquito para que venga". Y ella no entiende de asignaciones, retrasos, familias que tenemos delante ni nada de eso. Ella sólo quiere a su hermano o hermana. Le echa de menos sin conocerle. Como yo. Como papá.

 
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