lunes, 15 de octubre de 2007

inundaciones

La semana pasada cumplí 34 años, estaba contenta y a la vez tristona. Llevo unos días (semanas?) algo tonta y melancólica. A veces mi mal humor toma la forma de un caracter terrible y me convierte en ego Hyde, y escupo gritos y palabras afiladas a mis seres queridos. Cuando esto sucede me siento mal y quiero cambiar esos momentos con una varita mágica de esas que congelan el tiempo, lo rebobinan o lo pasan hacia delante. Como Hiro con su espada en la serie Heroes.

La cosa es que estaba en ese plan de bajón y se me ocurrió enviar un mail a Elena para saber algo de mi expediente, con la certeza de que no iba a haber habido cambios importantes desde el 30 de julio (fecha de la firma), pero con la incontinencia de una madre adoptiva en espera. Me había diocho a mí misma que no iba a preguntar por el expediente, que prefería no saber, para dejar de saber que nada ha sucedido.

Pero mis dedos se pasearon firmes por el teclado y un clic envío el mail a su destino.

Al rato sonó mi teléfono. Era Elena, lo cual me causó buena impresión. Qué maravilla, se preocupan por mí.

Me contó que había tenido un problema con la casa cuna, que había habido inundaciones que les habían obligado a buscar y encontrar una nueva casa cuna en tiempo record. Que ya la tenían, pero que aún no habían trasladado a los niños. Por este motivo no había habido preasignaciones todavía, que empezaría a haberlas a fin de mes. Me quedé un poco parada. No se me había ocurrido pensar que pudiera suceder algo así en Etiopía. Es más, me dí cuenta que mi mente pensaba que en Etiopía el tiempo no pasaba. Me imaginaba al país detenido, inmóvil, como si no pasara nada hasta el día en que me pase a mí, hasta el día en que me convierta en mamá de un niño o niña etíope.

¿Y quién soy yo para pensar algo tan absurdamente egoísta? De repente sentí que todo mi mal humor, mi tristeza, mi bajón, eran cosas absurdas, sin sentido y sin derecho a existir.

La llamada de Elena no me dijo lo que yo quería oir en principio (hemos asignado a x familias y ya estáis más cerca de vuestra asignación). Fue mucho mejor que eso, me abrió los ojos, que, sin darme cuenta, se me estaban cerrando del todo. Gracias.

PD. Afortunadamente los niños estaban bien, ninguna persona había sufrido daños.

3 comentarios:

MAYPUCELA dijo...

es cierto que a veces somos tan egoistas que no nos damos cuenta de que los demás también están en esta lucha. Pero por otro lado, me muero de angustia al pensar que pueden suceder desgracias de este tipo, y nuestros hijos están allí, sin que nada podamos hacer para ayudarles.

Ay beg, que duro es todo esto. He estado una semana fuera, intentando desconectar, pero ha sido imposible. Y me pasa como a tí, todos los días pongo las manos encima del teclado dispuesta a pedir alguna información, y al final no me atrevo. Lamentablemente, en feyda no son tan amables.

Muchas felicidades, aunque sean un poco atrasadas. 34 años es una maravillosa edad. Yo recuerdo esos años como los mejores de mi vida.

Besitos

Blanca dijo...

¡¡Pues muchas felicidades!!
¡Qué jovencita!
Blanca

Mª Jesús dijo...

Hola Beg.
Mi hermana esta esperando la asignacion con etiopia, también llamó a Elena de Mundiadopta y le dijo lo de las inundaciones.
El 31 de octubre llamó otra vez y Elena le ha dicho que en 10 dias tendra la asignación. ¿Como vas tu?¿alguna noticia?
Un saludo.

 
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