Ayer fue un día emocionante, mucho, mucho. A media mañana, mientras pedía un café con unos compañeros del trabajo en la cafetería del Palacio de Congresos de Madrid, vi en mi teléfono dos palabras mágicas: llamada perdida. Y más mágico aún fue descubrir que la llamada era de Mundiadopta. Me dió un vuelvo el corazón, aunque pronto me di cuenta de que la llamada no era por la asignación, sino por los cursos. Los cursos!!!! Por fin. Es como la antesala del viaje. Un momento que esperábamos con gran ilusión y ansiedad porque supone una etapa más a la que llegamos exhaustos. Y porque creemos que vamos a conocer gente que nos acompañará en el encuentro con nuestro hijo y porque empezaremos a hacer los preparativos, a pensar de verdad en los billetes de avión, el hotel...NUESTRO HIJO/A está cerca y eso nos hace estar felices, aunque también asustados, nerviosos, expectantes, con los dedos cruzados... Son tantos los sentimientos que se agolpan en el cuerpo de una en este momento que no me extraña que lleve este mes de mala salud.
A todo el carrusel de emociones que conviven en mi estómago estos días, se suma el desasosiego que me producen los recientes mensajes del foro de adopción. Lo sigo leyendo a veces, aunque no intervengo (a pesar de que en ocasiones me muero de ganas). De nuevo se habla de los procesos irregulares, de la ética de la adopción internacional, del dilema moral que nos parte el alma a los padres adoptivos. ¿Estamos haciendo lo correcto?.
Hijo o hija, estés dónde estés, seas quien seas, existas o no aún, queremos que sepas que nos sentimos unidos a ti cada vez más, aún sin conocerte. Es deseo, sí, pero también es amor, al menos yo lo siento así, como cuando estuve embarazada de mi hija Lucía. Queremos quererte y cuidarte y ser los mejores padres del mundo para ti, aunque sabemos que es posible que tengas otros papás allí, que nunca negaremos y a quienes respetaremos. Desde que vi la película Vete y vive sentí que tenía sobre mis hombros una gran responsabilidad, cuidar al hijo de otra madre, de otro padre al que ellos no podían cuidar. Es una historia dolorosa y triste, dura y tremenda la que me imagino que traerás. Intentaremos hacer todo lo posible porque esa historia cambie de signo y comience a ser alegre, feliz y llena de cariño.
Y como mi cabeza no para de un pensamiento a otro, se me ha ido un poco el hilo del post. Seguro que se entiende, ¿verdad?
jueves, 27 de noviembre de 2008
Y al final llamaron...para los cursos
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5 comentarios:
Se entiende "perfestamente" :D
Me alegro por esa llamada!!!
Besos y ánimo,
Nür
Felicidades!! Otro paso para adelante!! No me extraña que te "embargue" la emoción... :-)
Un saludo,
mariajo
Se entiende perfectamente!! Enhorabuena por esa llamada...
Y lo demás... se entiende... yo tambien he estado leyendo lo mismo que tu estos dias y no puedo dejar de pensar en ello.
Saludos.
Un beso.
Buf! Y tanto que se entiende... Yo no lo he leido, pero ahora sí que no pienso entrar.
Pero lo más importante es desearte muchísimas felicidades por ese paso, ya estas más cerquita de tu niñ@!
Poco a poco, pasito a pasito, nos vamos acercando, dentro de nada estamos de vuelta ya en el aeropuerto los tres...
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