Vacunas

Esta mañana nos hemos puesto las vacunas de fiebre amarilla y meningitis. Esta tarde, dentro de un ratito, nos pondremos la de tétanos, difteria y hepatitis B.

Las de la mañana nos las han puesto en el Centro de Vacunación Internacional de Francisco Silvela, 57, en Madrid.

El procedimiento es el siguiente. Se pide cita previa en el 902 02 73 73 (si eliges ir al centro de Francisco Silvela, porque hay más en Madrid). Llamé el martes y me dieron la cita para hoy jueves. En la ecai me comentaron que era buena idea ponernos ya las vacunas, porque luego hay poco tiempo y mucho que hacer, y total, el efecto dura 10 años.

Cuando llegas al centro, coges número para pasar con el médico y rellenas unos papeles con tus datos. Después pasas a la consulta. Nos ha atendido una chica muy maja. Nos ha explicado que realmente no es obligatoria la vacuna de fiebre amarilla para Addis Abeba debido a que está a 2.400 metros de altitud y a que España no es un país donde exista esta enfermedad. Sólo se transmite por unos mosquitos, que no pueden sobrevivir a la altura de la capital de Etiopía.

Aún así nos ha dicho que si queríamos ponérnosla, que no pasaba nada, aunque la vacuna de fiebre amarilla tiene algún riesgo, muy muy pequeño, debido a que está hecha con organismos vivos.

Hemos decidido vacunarnos porque aunque nuestra intención no es salir de Addis, nunca se sabe. ¿Y si tenemos que ir a algún sitio a por un papel o algo así?

Después de la consulta, pasar por caja. Las vacunas cuestan 17,10 por unidad. Y después de pagar, se coge número para pasar al ATS que pone los pinchazos.

Hemos tardado una hora y cuarto, y eso que no había colas.

Las otras vacunas nos las ponen en el centro de salud esta tarde.

De momento no nos han hecho reacción. Ya veremos si pasa algo en los próximos días.

Pensaba que estaría muy contenta el día que por fin me pusiera las vacunas porque implicaba estar muy cerquita de Etiopía y del niño/a. Sin embargo no ha sido así. Han influido muchos factores: hace un día asqueroso en Madrid, lluvia, frío, viento. Me he levantado con un dolorcillo insidioso en el lado izquierdo, no encontraba mi coche esta mañana en la calle, he llegado tarde al centro de vacunación y, lo más gordo, es que Ramón y yo hemos tenido una pequeña rencilla familiar. Hemos discutido y como ahora estoy bastante sensible con todo, me he echado a llorar en plena calle Diego de León. Después todo se ha arreglado y me he relajado, pero claro, ya ha dejado de ser un gran día este día, para ser un día penoso.

Encima, como me desanimaron en la ecai el martes con el tema de que quizá hagamos los cursos en enero...en fin, que esto es un bajón.

Me voy al centro de salud a que me vuelvan a pinchar bichitos.

(Por cierto, la foto es de Javier Ucles, en Flickr)