martes, 23 de diciembre de 2008

Más sobre los cursos


El día 19 empezó con la intervención de Ana de la Calle, una de las psicólogas de Mundi. Ella nos recibía y nos daba una pegatina con nuestro nombre, para que así nos fuéramos conociendo todos.

Hacía frío en la sala, mucho. Además de la bomba de calor nos conectaron unos calefactores. A mí no se me ocurrió otra cosa que calzarme unas bailarinas muy fresquitas que me helaron los pies. Me pasé congelada gran parte del día. Por la tarde la cosa mejoró.
Pero esto del frío se compensaba con el calor de las emociones que sobrevolaban por allí. Un cóctel explosivo de deseos, nervios, ansiedad, miedos, dudas, ganas de tener un hijo...buf. Se respiraba un poco de todo esto por allí.

Nos fuimos presentando uno a uno. A mí me sorprendía que todos decían que llevaban muy bien la espera, qué gente más templada y serena (pensaba yo con un poco de envidia). Unos porque llevaban poco tiempo (su perfil es diferente al de 0-3), otros porque habían decidido ocupar su tiempo en hacer montones de cosas que después no iban a poder hacer: deporte, salir, viajar... A una pareja se les había cruzado en el camino un bebé biológico... También había una excepción clara, una mamá recién asignada, que se subía por las paredes de los nervios. Cuando me llegó mi turno, confesé que yo no había llevado ni llevaba tan bien la espera. A pesar de que no tenía tiempo casi ni de respirar con la cantidad de cosas que hago, a pesar de tener una hija de cinco años que ocupa gran parte de mi tiempo y mis pensamientos, a pesar de escribir este blog, formar parte de Abay, conocer a mucha gente relacionada con la adopción... Todo eso no sé si me ha servido o no para calmar mi ansiedad. Estoy segura de que me ha servido para infinitud de cosas, pero para tranquilizarme...eso lo dudo. Debo tener muchos nervios por ahí, recorriéndome el cuerpo. Si no, no me lo explico, jeje.

La mañana transcurrió hablando de las motivaciones y expectativas en la adopción, peculiaridades de la paternidad y maternidad adoptivas frente a la biológica, factores de éxito y fracaso en las adopciones... un poco lo que vimos en el curso de la Comunidad de Madrid. Lo que yo no sabía es que hay Comunidades en las que no se dan cursos como los de la Comunidad, como el País Vasco. Así que para estas personas, el curso de Mundiadopta es su primer curso. Lo cual me parece mal (no por ellos, sino por la Administración) porque considero los cursos muy importantes en el proceso adoptivo. Ayudan a reflexionar, a pensar y repensar, a confirmar tu deseo o a desconfirmarlo. Creo que deberían darse a todos, no a unos sí y a otros no. Pero en fin, es una más de las desigualdades entre Comunidades Autónomas que se producen no sólo en el tema adoptivo, sino en tantísimos otros.

La charla de Ana fue muy amena. Ella es una persona muy agradable y muy profesional, que sabe de lo que habla y se nota que le gusta su trabajo. A mí se me pasó la mañana en un plis. Paramos a media mañana, eso sí, a tomar un cafelito. Justo al lado de Mundi hay una cafetería que ponen unos pinchos de tortilla ricos, ricos.

Para comer, Mundi reservó en un restaurante de menú cercano, aunque si quieres puedes irte por tu cuenta. Hora y media de comida y a las 16:00 vuelta a las clases.

Aunque le tocaba el turno a Carlos, el médico que colabora desde España con la ecai, primero habló Elena, que se había venido a comer con nosotros desde la otra sede de la ecai. Todos deseábamos saber sobre lo nuestro, naturalmente. Ella nos ha emplazado al día 29 de diciembre, que será cuando nos llamará y nos pondrá al día de la situación de nuestro expediente. También respondió a varias preguntas planteadas. Surgió el tema de la búsqueda de los orígenes, que es un tema de actualidad porque muchas familias se lo plantean e incluso acaban contactando con la familia biológica y ayudándola.

Elena habló claro. Si hacemos esto estamos favoreciendo, sin quererlo, el abandono de niños. Que una familia adoptiva actúe luego de benefactora de la familia biológica de su hijo puede ser muy peligroso. Porque muchas familias de allí puedan decidir dar a su hijo, nieto, sobrino, etc, con la idea de que gracias a esto van a conseguir sobrevivir todos. Si queremos ayudar, está claro que esta no es la mejor manera, por mucho que nos parezca injusto y cruel. Estamos adoptando un niño, no cooperando al desarrollo. Estoy totalmente de acuerdo con ella. Para esto segundo hay multitud de vías. Véase Abay, por ejemplo. Yo tengo claro, por fin, después de mucho darle vueltas, que adopción y cooperación son dos cosas completamente distintas, aunque es fácil confundirlas. Y que lo mejor para cada niño es quedarse en su país, con su familia. Sólo en los casos en los que esto no es posible, sólo en los casos de los menores adoptables, me parece bien la adopción internacional, como la mejor manera de que ese niño tenga acceso a una familia. Pero ojalá llegue un día en que no haya niños que adoptar porque no haya necesidad. En Mundiadopta trabajan con este fin, por contradictorio que parezca. En Abay, también. Nuestro sueño es una Etiopía autosuficiente, capaz de alimentar a sus hijos, darles educación y sanidad accesibles, darles presente y futuro. Ojalá lo consigamos entre todos algún día, no muy lejano.

Continuando con las charlas, era el turno de Carlos. Nos contó también de forma muy amena e interesante todo lo referente a aspectos médicos para antes del viaje, durante y después. Nos dio consejos muy útiles y despejó muchas dudas a todos. Le bombardeamos a preguntas, la verdad. Me quedé muy tranquila después de su charla. Una duda que todos teníamos es si Mundi tiene en Addis a un pediatra propio, que trabaje para ellos. Pues sí, lo hay. Según Carlos, el mejor de Etiopía. No sé si lo será o no, pero esa frase me tranquilizó. Por cualquier cosa que pueda ocurrirte allí. Ahora sabemos que vamos a contar con alguien siempre de apoyo.

Después les tocaba a Marta y Jorge, papás de dos preciosos bombones de 5 y 3 años (más o menos). Llevan aquí un año y medio. Nos contaron su experiencia desde la asignación hasta la actualidad. Se centraron sobre todo en el viaje, que para ellos fue bastante duro debido a que el niño mayor enfermó allí, pero afortunadamente todo se solucionó.

Contaron que los niños son muy distintos. El mayor es mucho más sensible y tímido que el pequeño. Al mayor le ha costado más adaptarse, aunque ahora creen que lo está por fin y afirmaron que el hecho de tener a su hermano con él le ha ayudado mucho en este proceso.

Fue muy interesante conocer su experiencia, aunque acabamos tardísimo, a las 9 y 15 minutos. Salimos de allí como en una nube y como si nos hubiera pasado una apisonadora por encima. Mucha información y muchos sentimientos. Agotador.



Hubo una anécdota graciosa el viernes. Hablamos de cuentos para niños y uno de los que nos recomendaron fue El cerdito azul (otro es el de Los tres vuelos, que ilustra este post y que se puede comprar en la sede de Mundiadopta o la libre de Lavapiés por 12 euros). Fue muy curioso porque resulta que Ramón y yo hace muchos años escribimos e ilustramos un cuento con este mismo tema, de la diferencia del color de piel, cuya protagonista es precisamente una vaca azul. Lo dijimos allí, y resulta que el título del cuento es "La vaca Margarita", y Margarita se llama la mamá que se sentaba a mi lado en la sala. Las risas fueron inevitables. Me sentí un poco mal porque parecía que la había llamado vaca a ella, pero es que es así, el cuento se llama así y es todo una casualidad ;-)

Y como este post ya es muy largo, dejaré el segundo día del curso para otro post.

Continuará...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola guapa!
¿Cómo vas a vivir con tranquilidad la espera si te has arrimado a las que más nervios, lágrimas y ansiedad pasaron en esos días?jajaja. Ya sabes todo se pega.
Bueno el conocer a gente tan "maja" como a Maica y a mí tiene un precio. Jejejej( es broma).
Ánimo guapa que ya te queda poquito.
Besos Merce

Bego (Much More Than I Am) dijo...

Qué razón tienes!!! (por lo de majas, no por lo de los nervios, jeje)

De broma nada.

Felices fiestas a todos.

P.D. Ya tengo el calendario por cierto de Mundi y Míheret sale muy bonita.

Nora dijo...

Hola Bego, soy Nora, autora e ilustradora del Cerdito Azul. Qué alegría me ha dado sentir que un poquito, muy poquito, pueda contribuir con una sonrisa en tan grande emprendimiento. Desde Argentina con todo cariño!

 
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