Etiopía

Ayer fui a Cielo133. Fue un cúmulo de sentimientos acumulados los que viví en las dos horas de la charla. Allí vi claro que quería ir a Etiopía. Ayudó el cariño con el que hablaban de su proyecto los responsables de la ECAI, el vídeo sobre la casa de Addis Abeba... pero no es sólo por eso. Es que de repente sentí que mi niño/a estaba allí esperándonos a mi marido y a mí. Llámalo sexto sentido o lo que quieras. Una cosa en el estómago que no se puede explicar. De repente, tras semanas de nervios ante la indecisión de país, dejé de sentir esos nervios. Y eso después de la conversación con mi madre del otro día, en la que me confesó que no quería un nieto negro.

Me imaginé a ese niño/a abrazando a mi madre y sentí que todo iba a salir bien.

Ramón me pidió un poco más de tiempo para decidir. Él no vino a la reunión de Cielo133. Fue a Mundiadopta. Allí les hablaron sobre todo de las dificultades. Puede que eso le influya. Pero él era el primero que deseaba Etiopía. De todas formas es complicado. Acarrea más dificultades añadidas al hecho de ser padres adoptivos de un niño de otro país y entiendo que quiera pensarlo un pelín más.