Mi vida con dos peques

He estado una semana de vacaciones inesperadas. Las planificadas empiezan el próximo 8 de agosto, pero antes, me ha caído del cielo una semana por haber sido tan curranta en junio y julio, jeje. Alguna compesación tenía que tener esto de no dormir por trabajar.

Han sido días muy especiales, porque sobre todo, han sido días normales, tranquilos, relajados y con mucho tiempo compartido con mi pequeña Lucía. Cada día que pasa la quiero más. Esto que parece tan obvio y trillado, es una verdad como un templo que necesito decir. No sé cómo expresar cuanto quiero a esa personita, supongo que todos los papás y mamás que lean esto sentirán algo parecido. Estoy muy orgullosa y feliz de tenerla como hija. Es una niña tan buena, dulce, vivaz, alegre, mimosa y divertida... Y ves como va creciendo a cada minuto que pasa, es increíble! Dice cada cosa que me deja patidifusa. "Mamá, y tú, ¿por qué no comes patatas?" "porque engordan hija y quiero adelgazar un poco" "y ¿por qué hay que adelgazar?, yo quiero que ya estés delgada y puedas comer patatas!". Y entonces yo me siento un poco idiota, un pelín inconsciente y un mucho estúpida. "Mamá, quiero ir a ver cuadros de Velázquez", " Vale hija, iremos al museo del Prado, pero tú ¿sabes quien era Velázquez?", "sí, un pintor que hizo su otoretratro, cuando lleguemos a casa me voy a hacer yo el mío". Y me da la risa tonta. Así, enlazando continuamente conversaciones de este calibre hemos pasado cuatro días las dos, mientras su papi trabajaba. Nos han venido tan bien a ambas estos días juntas...

Y en este tiempo, cómo no, he tenido espacio para darle al coco sobre cómo será el verano que viene con el nuevo miembro de la familia en casa, suponiendo que esté ya aquí con nosotros, que espero con todas mis fuerzas que sea así.

¿Cómo serán entonces las conversaciones? ¿Cómo serán los momentos de abrazos y achuchones? ¿Y las obligadas disputas fraternales? Me imagino el futuro lleno de situaciones emotivas, y también lleno de "complicaciones", un futuro de descubrimiento mutuo, entre él o ella y yo, entre él o ella y su hermana, entre él o ella y Ramón...Y Mambo, por supuesto, nuestro terrier peluchón y bravío que últimamente anda a la gresca con todos los perros del barrio, pero que por lo demás es bonachón y adorable.

Ays, que me pongo melancólica, con lo de subidón que estaba yo últimamente.

Y es que en el foro últimamente hablan de que la ley va a cambiar en Etiopía y se van a duplicar los tiempos de espera y cosas así. Estoy a la espera de hablar con Mundi y me comente algo de esto. Dicen que es para aportar mayor seguridad a las adopciones, para evitar fraudes. Eso me parece bien, siempre y cuando sirva para evitar situaciones oscuras y procesos turbios. Pero no quita para que se me encoja el corazón pensando que va a tardar más en llegar la asignación...