De lunes lunero

De nuevo la rutina de siempre, el despertador a las 7, el cole, el atasco, aparcar muy lejos de la oficina, la oficina repleta de gente, el estrés laboral... de momento poco estrés porque acabamos de llegar, aunque mi jefe sí que parece estresado.

Este fin de semana ha estado muy bien. Han venido los Reyes y la niña ha disfrutado muchísimo. Qué contenta estaba con sus regalos. A mí me da un poco de cosa. Tantos regalos, tanto juguete, tanto dinero, tanto consumo... y además luego lo que más le ha gustado ha sido una baraja de la Cenicienta. ¿Podré salir algún día de este círculo navideño? Regalos, gastos, consumo, residuos, kilos de más? Me encantaría, pero se me hace difícil saber cómo.

Cada vez pienso más en China. He soñado un par de veces que teníamos una niña china. Mi cuñado nos ha hablado de una persona que conoce que nos puede informar de China porque sabe mucho de ello. Estoy deseando conocer a esta persona. Que nos diga si las nuevas leyes de China nos lo van a poner más fácil o más difícil. Al principio China no me convencía, pero hoy las cosas son diferentes. Me va gustando cada vez más. Y algo hay que me va atrayendo hacia ese destino...

El viernes quedamos con unos amigos. Ella tiene una hermana casada que lleva intentando adoptar tres años en India. Pero acaban de cerrar fronteras y tienen que cambiar de país. Nepal es su elección. Posiblemente hablemos con ellos para que nos cuenten su experiencia. Lo que pasa es que me da un poco de palo porque ellos llevan mucho tiempo intentando un embarazo y después la adopción y nosotros tenemos ya una hija. No quiero que piensen que no nos merecemos estar en esto o algún pensamiento del estilo. Creo que todos tenemos que tener opciones a adoptar a un niño que lo necesita, o más bien que ellos, los niños, se merecen tener muchas familias dispuestas a adoptarles, independientemente de los motivos que te lleven a ello. Infertilidad o no infertilidad.

Hoy es lunes. Pero estoy de buen humor, aunque mis pies están helados. He ganado unos pocos euros a la lotería del Niño, que dan para poco, pero vienen bien. Y ahora me invitan a desayunar, genial ! me marcho a tomar un café.