Lecturas y pensamientos

Ayer noche leís casi la mitad del libro. Es corto y tiene las letras grandes. Algunas cosas me gustaron y otras no tanto.

Lo que me gustó es que me enseñó alguna cosa en la que no había caido, como que no es bueno que el niño adoptado vea muchas cosas nuevas al principio, como por ejemplo, no es bueno llevarle al zoo, o al parque de atracciones, que bastante tiene con adaptarse a un nuevo país, familia, casa... También decía que son importantes las rutinas y las demostraciones de cariño, pero esto es también muy importante con los hijos biológicos. Fomenta su seguridad y autoestima.

Hay una cosa con las que no llego a estar conforme. No sólo he leído la idea en el libro, también en algún foro y algún blog, además de en la reunión de la Comunidad de Madrid. Esta idea se basa en la afirmación de que el acto de la adopción no es un acto de solidaridad, que lo que debe primar es el deseo de ser padres.

Bien, estoy de acuerdo en que no sólo es un acto de solidaridad ni es lo más importante. Pero está claro que algo de ello hay, sino en todas las familias, sí en algunas, como es mi caso.

Me explico. Estoy deseando ser madre de nuevo y mi opción elegida, la opción elegida por mi marido y por mí, es la de la adopción.

Pero no niego que existe un fuerte deseo de hacer algo por alguno de esos niños que viven en orfanatos en muchos países del mundo. Que nos sentimos con muchas ganas de darle la oportunidad a uno de ellos, no sólo de ofrecerle una oportunidad de desarrollarse y tener un futuro, sino de tener un familia, que es algo mucho más importante que todo lo demás. La familia significa protección, unión, pertenencia, amor incondicional, apoyo, seguridad, y un montón de cosas que no se consiguen de otra forma que no sea perteneciendo a una.

Por eso, ante los que dicen "existen otras formas de ayudar a los demás aparte de la adopción" yo les digo "sí, pero yo quiero esta forma, quiero AYUDAR a un niño con mayúsculas, además de desear con todas mis fuerzas ser mamá de nuevo". Podría intentar ser madre biológica otra vez, pero no. Elijo esta otra opción. Y algo de eso hay, digan lo que digan. Esto no significa que yo vaya a ser peor madre por eso, que es como me sentía últimamente al tener estos pensamientos. Ni mucho menos. Estoy segura de que seré una buena madre para ese niño/a que aún no conozco y que mi marido será un buen padre, y mi hija una buena hermana.

Seremos, todos juntos, una gran familia (casi numerosa, jeje).