Esta mañana no conté una de las partes más importantes de la historia, cuando lo hicimos público a la familia más cercana y los amigos.
Los primeros que lo supieron fueron nuestros amigos F. y C., no voy a poner sus nombres completos por si acaso no les parece bien. Fue después de una cenita en casa con más amigos, cuando los demás se habían marchado. Ni siquiera habíamos entregado los papeles. Ellos, que están ahora embarazados, se alegraron mucho por nosotros, nos dieron la enhorabuena y dijeron algo así como "bueno, eso es casi como estar embarazados, no?".
Los segundos que lo supieron fueron otra pareja de amigos, P. y A. La alegría que les dio la noticia fue enorme, no nos esperábamos tanta efusividad, y nos encantó, hasta brindamos con vino y todo para celebrarlo. Con ellos hablamos bastante del tema, con los que más.
Después vinieron mis padres. Fue en una comida en casa cuando fuimos de visita un fin de semana, y les dejamos a la niña unos días antes de marchar nosotros de vacaciones. Las primeras solos en 4 años! La verdad es que lo pasamos genial. Pero ese es otro tema. El caso es que se lo dijimos y su reacción fue de gran sorpresa. Se quedaron de piedra, sin saber qué decir, no sabían cómo reaccionar. Yo me imaginaba que algo así sucedería. Al principio me sentí triste, pero luego pensé que tenía que darles tiempo. Mis padres no entienden estos temas como nosotros, son de otra generación, con una cultura muy distinta y era normal su reacción.
Mis hermanos se alegraron mucho y nos felicitaron por la decisión. Hicieron algunas preguntas pero no hablamos demasiado del tema.
A la vuelta a Madrid, lo contamos a mi suegra. Y nos pusimos muy contentos porque se alegró un montón y nos dijo que nos apoyaba totalmente. Yupi! la cosa iba mejor. Porque aunque sea una decisión nuestra y vayamos a seguir con ella pase lo que pase, es cierto que nos gustaría que nuestra familia lo aceptase, nos apoyase y se alegrase con nosotros por todo esto. También los amigos.
Luego lo hemos contado a los hermanos de mi marido, que también se han alegrado de la noticia, y algunos amigos más, no demasiados.
El último fue el padre de mi marido y la forma de conocer la buena nueva fue algo complicada. No voy a entrar en detalles porque no es el caso.
Nuestra niña, por supuesto, también lo sabe, pero aún no se entera mucho del tema y tampoco la abrumamos con ello de momento. Ella dice que va a tener un hermano y una hermana y hasta les ha puesto nombre. Y dice que les va a cuidar y a dejar sus juguetes. Qué rica es!.
Pasadas unas semanas desde que informamos a mis padres, mi padre me sacó el tema para decirme que ellos nos apoyaban también y que para ellos iba a ser su nieto/a igualmente, que no nos preocupáramos de nada, que les había costado reaccionar porque les pilló de sorpresa, pero que habían pensado en ello y esto era lo que nos querían decir. Genial! Me emocioné.
Pero la verdad es que por lo general, nadie nos pregunta mucho cómo va todo ni quiere saber más del asunto. No es como cuando estás embarazada, que el tema de conversación es siempre el mismo: cómo estás? para cuándo nace? tenéis ya nombre? etc etc. Supongo que más adelante cambiará todo. Hay que ser optimista.
martes, 2 de enero de 2007
Los que ya lo saben
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