No recuerdo el punto exacto donde comenzó esta idea, este deseo, esta necesidad. A veces creo que siempre ha estado ahí, dormida, agazapada, esperando el momento adecuado para salir a la luz.
El caso es que desde hace poco más de un año, el sentimiento de querer tener un nuevo niño, ha ido creciendo poco a poco en nosotros. Y a su vez, la fuerza que nos impulsaba a decidir la adopción como la vía para ser padres.
Son muchos los pensamientos detrás de esta idea: adoptar? cómo se hace? por dónde empiezo? de dónde será? cómo se lo tomará Lucía? Nuestro tesoro. Ella lleva con nosotros tres años (conmigo algo más si contamos el embarazo). Y nos ha dado y nos da las mayores alegrías y satisfacciones de la vida. Es tan especial, tan importante, tan ... todo.
Luego está la familia: padres, hermanos. Los amigos. También la parte económica: podremos pagar todos los trámites? y tendremos dinero para mantener a dos hijos? La vida es tan cara...
El miedo a qué sentiremos cuando veamos a nuestro nuevo hijo/a. El miedo a qué sentirá él/ella. Nos querrá? Le querremos? Será diferente a lo que sentimos con Lucía?
Son tantas las preocupaciones.
La primera vez que dejamos caer nuestra idea (en aquel entonces sólo una idea) fue en casa de nuestros mejores amigos, un matrimonio joven como nosotros con un niño de la edad de nuestra hija. Nos dijeron algo así como que ellos admiraban a las personas que adoptaban pero que ellos no podrían hacerlo. La cosa se quedo así, fría. Me sentí un poco mal. Mi marido también. Esperábamos más apoyo y comprensión. Esperábamos una conversación sobre el tema. Pero apenas hubo dos frases.
Más adelante pensamos que era mejor tener otro niño biológico ahora e intentar la adopción para un tercer hijo, sobre todo por cuestiones de edad.
Pero pasados unos meses nos volvió el impulso y la necesidad de adoptar. Este verano decidimos informarnos y llamamos para concertar la primera reunión.
La tuvimos en septiembre. Allí nos contaron de forma resumida en qué consistía adoptar y cómo era el proceso. Lo que más recuerdo de aquella reunión es que nos dijeron que adoptar por motivaciones de solidaridad, de querer salvar a los niños y cosas por el estilo no era una buena motivación. Que lo principal era el deseo de ser padres.
Nos hablaron sobre todo de las dificultades.
Mi marido llegó tarde a la reunión y no nos sentamos juntos. Pensaba que todo lo que nos dijeron le había desanimado. Pero me llevé una sorpresa cuando al salir me dijo que estaba emocionado y que quería empezar cuanto antes los trámites. Yo también había tenido ese sentimiento de emoción, cuando hablaban de los niños, de sus necesidades y demás, y me sentí feliz porque él también lo sintiera.
Ese fin de semana (la reunión fue viernes) lo pensamos mejor y tomamos la decisión: íbamos para adelante.
Empezamos a reunir los papeles. La mayoría fueron fáciles de conseguir. Se nos resisistió el certificado de nacimiento de mi marido, que había que pedir en Reus (vivimos en Madrid). Al final, después de dos meses, nos hizo un favor un amigo de la familia que vive allí y nos lo consiguió. Le enviamos un pequeño obsequio para agradecerle el enorme favor.
Por fin, a finales de noviembre entregamos todos los papeles. Y justo el viernes antes de marcharnos de vacaciones de navidad, el 22, llegó la carta de la Comunidad diciendo que estaba abierto el expediente. Qué alegría! No es mucho avance, pero es un pasito más.
Ahora a esperar 1 mes y medio o dos, según me han dicho por teléfono, para que nos llamen para los cursos.
Mientras, intentamos decidir un país, y tenemos ya cita con alguna Ecai para informarnos. La cosa está complicada porque los países que nos gustan o tardan mucho tiempo o dan niños mayores de cuatro años. Nos gustaría que fuera como mucho de dos. Además de que tiene que ser menor que nuestra hija.
Nos gusta Etiopía pero nos da miedo el tema de la guerra por si se paralizasen las adopciones. También China, pero ahora se han puesto más exigentes y también tememos que más adelante lo hagan aún más. También Nepal, pero creo que tardan bastante. México y Chile, pero suelen dar niños de más de 4 años porque tienen preferencia los nativos para adoptar.
En fin, ya veremos. De momento, ánimo y paciencia. Seguiré buceando en foros y demás y poco a poco, como se dice.
martes, 2 de enero de 2007
Primeros pasos
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1 comentarios:
Debo estar sensiblera hoy porque he leido esta entrada y me he puesto a llorar como una magdalena!
Solo he leido la primera y la ultima entrada pero creo que me voy a leer tu blog de cabo a rabo. Me llamo Lucia y el nombre que le pondria a una hija seria LOLA, siempre lo hemos tenido claro. Imaginate mi sorpresa al ver los nombres de tus hijas!!! Te escribo desde Alicante, en plan anonimato (pues lo de la adopcion solo lo sabemos mi marido y yo y no empezaremos hasta el año que viene o finales de este)
Espero engancharme a tu blog. Escribeme cuando quieras a bogamari@hotmail.com
Un beso enorme. (ya tengo planazo para el finde: leerme el blog!!!)
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