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La semana pasada iba a ser la mejor semana pero no. Iba a ser la semana de la asignación pero no. Finalmente no llegó la llamada, la tan esperada llamada de teléfono con la tan ansiada y soñada noticia.

Y seguimos igual. Estos días están siendo duros, mucho. Tengo la cabeza un poco ida. Esta mañana he perdio mi querido iPod en mi gimnasio, que ya va a dejar de serlo a partir de ahora. Mi iPod me costó mucho esfuerzo y dinero. Fue el homenaje que me di tras dos años de un proyecto freelance que me costó muchos dolores de cabeza y fines de semana de currar y currar. Alguna persona ha pensado que hoy era su día de suerte cuando se lo ha encontrado y ha decidido quedárselo, sin importarle cómo podía sentirme yo ahora. Sin mi música, sin mi 'pequeño' capricho de 350 euros.

En fin, esto es una chorrada si lo comparamos con miles de cosas que pueden ocurrir, pero no puedo evitar sentirme triste y enfadada, por lo injusto que me parece esta situación.

Menos mal que el fin de semana pasado fue la leche. Vinieron mis queridas princesas. Mis compañeras de piso de mi época estudiantil. A. llegó de Londres. N. de Cáceres. M. y yo vivimos en Madrid. Las cuatro nos encontramos después de doces añazos sin hacerlo. Nos propusimos exprimir el fin de semana al máximo y así hicimos. Se nos ha quedado muuuuuuuy corto, la verdad. No hemos parado un minuto de hablar y de hacer cosas pero el tiempo se ha esfumado como las pompas de jabón. Ha habido de todo. Muchas risas y muchos llantos. Emociones a tutiplén. Para mí ha sido como un sueño todo, de verdad. A pesar de que algunos ratos han sido un poco amargos. Ver sufrir a mis amigas no me gusta ni un pelo. Y para qué negarlo, yo también he sufrido un poquito recordando cosas. Aysss, qué ganas de repetir, con lagrimones incluidos!!

Por cierto, lo de princesas viene porque vivíamos en la calle Princesa de Madrid. Os quiero chicas!!

Una gran noticia que me levanta el ánimo es que hoy por fin Silvana y Carlos son papá y mamá oficialmente de sus cuatro niños etíopes. MUCHAS FELICIDADES.

Y hoy también comienza la era Obama... ¿para cuándo vendrás peque? ¿para cuándo sabré quién eres? ¿sabrás tú algo de mí y de papá y de tu hermana ya?